Nidhogg

En la mitología nórdica, Nidhogg (Nórdico antiguo: Níðhöggr; El que golpea ferozmente o El malicioso que golpea) es un dragón que vive en el Niflheim, cerca de la fuente Hvergelmir, donde crece una de las raíces del árbol Yggdrasil, la cual roe sin cesar hasta que llegue el Ragnarök y todo se destruya. Tras la regeneración, Nidhogg atormentará las almas humanas que hayan quedado en el Niflheim.

Entre los vikingos, el término níð servía para determinar un estigma social, implicando la ausencia de honor y el estado de villano. Por lo tanto, su nombre podría hacer referencia a su papel como monstruo horrible o porque masticaba los cadáveres de los habitantes de Náströnd: los culpables de asesinato, de adulterio y aquellos que rompían los juramentos.

Náströnd - Lorenz Frølich
De acuerdo con el Gylfaginning de la Edda Prosaica, Nidhogg es un ser que roe una de las tres raíces de Yggdrasil,  esta raíz se hunde en Niflheim y se dice que mantiene atrapado al dragón bajo ella. La misma fuente también dice que la ardilla Ratatösk recorre el árbol sagrado de arriba a abajo llevando los insultos entre un águila de nombre desconocido, posada en la cima de Yggdrasil, hacia Nidhogg, esperando provocar una guerra entre ambos.

En la sección Skáldskaparmál de la Edda Prosaica, Snorri menciona a Nidhogg como una serpiente monstruosa en una lista de nombres junto a otras criaturas:
«Estos son los nombres de las sierpes: dragón, Fafnir, Jormungand, culebra, Nidhogg, serpiente, víbora, Goin, Moin, Grafvitnir, Grabak, Ofnir, Svafnir, la enmascarada».
En la Edda poética, el poema Grímnismál nombra a las criaturas que viven en Yggdrasill y cómo este árbol sufre grandes penurias por darles cobijo y alimento. En el poema aparece Níðhöggr destruyendo el árbol desde sus raíces, además de mencionar a la ardilla Ratatösk llevando mensajes entre el dragón y el águila que vivía en la copa del árbol.

El poema Völuspá menciona dos veces a Níðhöggr, apareciendo la primera vez en la descripción de Náströnd:
Una sala vio lejos del sol, en Náströnd, 
con sus puertas al Norte,
fluía el veneno por sus lumbreras,
hecha la sala con huesos de serpiente.
Vio allí vadear densas corrientes
a hombres perjuros y a asesinos
y al que a la esposa de otro sedujo;
Nidhögg drenaba los cadáveres,
y el lobo los destroza.
¿Aún queréis saber más?
Al final del poema, donde se le describe como un dragón o una serpiente:
Llegará volando el oscuro dragón,
la sierpe brillante, 
desde Nídafjöll;
Nidhögg llevará en sus alas
los cadáveres de los muertos.
Ahora he de hundirme.
El contexto y el significado de esta estrofa aún se disputa. La opinión más frecuente es que la llegada de Níðhöggr anuncia el Ragnarök y por esto el poema termina con un tono de advertencia ominosa.

Ruth-Tay

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