Yan-gant-y-tan

Yan-gant-y-tan es el nombre de un demonio de Bretaña. En el libro de Edgar MacCullochGuernsey Folklore, es conocido como «John with the fingers/gloves of fire» (John de los dedos/guantes de fuego, en relación con los fuegos fatuos).

Collin de Plancy dice en su Dictionnaire Infernal que vaga por las noches en Finisterre y que sostiene cinco velas en cada uno de los dedos de su mano derecha, haciéndola girar como una rueda en llamas. Debido a esto es incapaz de moverla rápidamente o de hacer algún movimiento brusco por miedo a que se apaguen sus luces. Encontrarse con él era un presagio de mala suerte y en su libro aparece representado como un especie de demonio o trol con dos afilados cuernos.

Ilustración de Yan-gant-y-tan en el Dictionnaire Infernal de Collin de Plancy

Kiyohime

Kiyohime (japonés: 清姫; Princesa Kiyo), según el folclore japonés, era la hija de un terrateniente llamado Shōji, que vivía en las cercanías del río Hidaka, en la actual prefectura de Wakayama. Su familia era lo suficientemente rica como para alojar y entretener a los sacerdotes que viajaban en peregrinación hacia un famoso templo de prácticas ascetas. Su historia es representada en la obra noh Dōjō-ji, donde una joven engañada se transformó en un dragón para consumir su venganza. Suele ser representada como un dragón o una mujer con cola de serpiente enroscada a una campana o durante su transformación, donde aparece como un dragón con atributos humanos, como ropas o piernas.

Ilustración de Kiyohime en el Dōjō-ji Engi Emaki
Un joven sacerdote llamado Anchin hacía su peregrinaje desde Mutsu a Kumano, y todos los años se alojaba en la mansión de la familia Masago no Shōji. Era muy apuesto y cautivó a la joven Kiyohime, con la que bromeaba que algún día se casaría con ella. Pasaron los años y Kijohime cumplió la edad necesaria para desposarse, fue entonces cuando le recordó su promesa al joven sacerdote durante su visita anual. Anchin, avergonzado de que se tomara su comentario en serio, le mintió y le dijo que volvería a por ella cuando terminara su peregrinación. Pero a su vuelta evitó la mansión de Masago no Shōji y volvió directo hacia Mutsu.

Cuando Kiyohime se enteró del engaño, se sobrecogió por el dolor y corrió tras el joven sacerdote, saliendo de casa totalmente descalza con el afán de casarse con él. Él huyó tan rápido como pudo, pero la joven lo alcanzó en el camino que lleva al templo Dōjō-ji. Allí, una vez más le mintió, fingiendo que no la conocía y que tenía prisa porque tenía una cita con otra persona. La tristeza de Kiyo se convirtió en furia e intentó a atacar a Anchin, pero este consiguió huir hasta el río Hidaka, donde consiguió que un barquero lo llevara a la otra orilla con su bote, le prohibió que dejara pasar a Kiyo y huyó al templo Dōjō-ji en busca de protección, donde lo ocultaron dentro de la campana de bronce del templo.

La corriente del río no impidió a Kiyo perseguir al hombre que la había traicionado, pues la ira y el dolor la convirtieron en una gigantesca serpiente o dragón y cruzó el río a nado. Siguiendo el olor del sacerdote, llegó al templo y averiguó que estaba bajo la campana, sobre la cual se enroscó y calentó al rojo vivo con su calor, calcinando vivo a Anchin.

Dōjōjinokane - Toriyama Sekien Kiyohime - Utagawa Kuniyoshi