Shuten Doji

Shuten-dōji (japonés: 酒呑童子; Pequeño borracho) es el mítico líder de los oni del monte Ooe, en la prefectura de Kioto, donde vivía en un palacio rodeado de sus subordinados. Shuten-dōji no nació como un oni. Existen muchas leyendas sobre cómo llegó a convertirse en demonio, pero la mayoría coinciden en que originalmente era un chico humano que nació hace miles de años en Ganbara, en la provincia de Echigo.

Una leyenda dice que nació en Echigo en el período Heian (siglo VIII), cuando los monjes Dengyō Daishi y Kōbō-Daishi estaban en activo, y se convirtió en discípulo del templo Kokojou-ji (japonés: 国上寺), en la base del Monte Kugami (Tsubame, Niigata). A sus doce años de edad era considerado un chico muy bello, pero rechazaba a todas las chicas que le confesaban su amor y éstas morían por despecho. Shuten-dōji quemó todas las cartas de amor que recibió, pero el humo que surgió de estas lo envolvió y se convirtió en un oni. Tras esto vagó de montaña en montaña hasta asentarse en el Monte Ooe. 

Konjaku Gazu Zoku Hyakki - Toriyama Sekien Cien historias de fantasmas de China y Japón
Tsukioka Yoshitoshi
En otra historia es considerado el hijo de un herrero, nacido en Echigo, y permaneció en el vientre de su madre durante dieciséis meses. Cuando nació ya tenía dientes y pelo, era capaz andar y hablar como un niño de cinco años y poseía el intelecto y la fuerza de un joven de dieciséis años, además de tener un fuerte temperamento. Por esto mismo se le rehuía como si fuera un «niño oni». En el Zentaiheiki se dice que fue abandonado por su madre a los seis años, y tras vagar de un sitio a otro se convirtió en oni. Otra versión dice que, ya que era despreciado por su sobrenatural condición, fue entregado a un templo para que lo protegieran, pero el sumo sacerdote realizaba prácticas no ortodoxas y el niño se convirtió en oni al aprenderlas y acercarse al mal camino.

En la ciudad de Wanou (actual Niigata, Niigata) se dice que cuando una mujer embarazada come un pez llamado «tochi», su hijo se convertirá en ladrón si es niño, y en prostituta si es niña. También se dice que una mujer que haya comido de este pez dará a luz un niño después de gestarlo dieciséis meses, y este niño sería Shuten-dōji.

La muerte de Shuten-doji en OeyamaYoshitsuya 
Otra leyenda sitúa su nacimiento en el Monte Ibuki, donde se le considera hijo de la serpiente Yamata no Orochi y de una chica humana. Desde su más temprana edad se convirtió en discípulo en el Monte Hiei, donde se sometió a entrenamiento religioso, pero debido a su gran afición por el sake, que estaba prohibido por el budismo, fue despreciado por todos. Una noche en la que se celebraba un festival religioso, Shuten-dōji, muy borracho, se puso un disfraz de oni y comenzó a gastar bromas a sus compañeros monjes, pero al finalizar la noche fue incapaz de quitarse el traje y la máscara, que estaba unida a su cara. Avergonzado, asustado y regañado por sus maestros por estar borracho, huyó a las montañas donde ya no tendría que interactuar con otros seres humanos, a quienes consideraba como débiles, tontos e hipócritas. Allí vivió en las afueras de Kyoto durante muchos años, donde desarrolló una fuerza sobrehumana y poderes mágicos, además de conocer a Ibaraki-dōji, otro oni, con el que se dirigió a Kyoto. A parte de Ibaraki-dōji también se le asociaron los oni Kuma-doji, Torakuma-dōji, Hoshikuma-dōji y Kanaguma-dōji.

También existe la leyenda de que Shuten-dōji nació en la provincia de Yamato (actual prefectura de Nara). Allí era un discípulo del templo Byakugō-ji hasta que un día encontró un cadáver en una montaña cercana. La curiosidad le hizo llevarse al templo algo de carne y se la dio de comer al sumo sacerdote sin decirle que se trataba de carne humana. Tras esto siguió llevando al templo carne, pero ya no sólo de cadáveres, sino que llegaba a asesinar a otras personas. El sacerdote, que comenzaba a sospechar de Shuten-dōji, siguió a su discípulo en una de sus salidas y así descubrió la horrible verdad. Tras reprenderlo lo abandonó en las montañas y ahí se convirtió en oni. El lugar donde fue abandonado fue llamado «chigo-saka» (colina del discípulo). Otra versión dice que era el hijo del sumo sacerdote de Byakugō-ji, pero a medida que maduraba le crecían garras y un cuerno, hasta que se convirtió en un niño tan rudo como una bestia. El sacerdote, avergonzado por su hijo, lo abandonó y éste se mudó al Monte Ooe, convirtiéndose así en Shuten-doji.

Shuten-dōji mordiendo a Raiko - Katsukawa Shuntei Ilustración actual de Shuten-dōji - Matthew Meyer
Toriyama Sekien lo ilustró en su Konjaku Gazu Zoku Hyakki (japonés: 今昔画図続百鬼; Cien demonios del presente y el pasado ilustrados), donde añadió la siguiente descripción: «Roba a los viajeros que van y vienen por los múltiples caminos de la montaña Ooe y ha acumulado una gran riqueza [...] Se dice que usa a los demonios para apoyarse con el codo, como si fueran sus almohadas. Obliga a las mujeres de buen rostro a que le sirvan alcohol y disfruta bebiendo en grandes cantidades. Sin embargo, tiene el pelo como el de un niño y las desgastadas mangas de su kimono escarlata indican que es un demonio de buen corazón. Conforme va acercándose al final de su vida, se convierte en un monstruo vestido con kimono blanco y algunos de ellos se vuelven religiosos».

Shuten-dōji era uno de los «tres grandes yōkai malignos» junto al kitsune de nueve colas Tamamo-no-mae y el fantasma del Emperador Sutoku, que se convirtió en tengu. Cuando Shuten-dōji se instaló en el Monte Ooe junto a Ibaraki-dōji y sus demás subordinados, estos bajaban a Kyoto de vez en cuando para secuestrar a las hijas de familias nobles y esclavizarlas como sus sirvientas, pero cuando se cansaban de ellas las despedazaban y se las comían crudas. Tan horribles eran sus acciones que el Emperador mandó a Minamoto no Yorimitsu (también conocido como Raiko) para que formase un escuadrón de ataque con sus cuatro lugartenientes: Sakata no Kintoki, Usui no Sadamitsu, Watanabe no Tsuna y Urabe no Suyetake.

Disfrazados de monjes, y con algo de ayuda divina, consiguieron dar con la cueva donde se ocultaban los demonios. Los héroes fueron invitados al festín que estaban teniendo y, para que no sospecharan de ellos, tuvieron que comer la carne de las jóvenes que fueron víctimas de Shuten-dōji. Poco a poco, los oni iban emborrachándose y cogiendo confianza con Raiko y sus hombres, hasta que llegó el momento en que le engañaron dándole un sake envenenado. Shuten-dōji cayó dormido al instante, momento en el que Raiko aprovechó para cortarle la cabeza, pero incluso muerto, la cabeza del demonio se lanzó contra la de Raiko en venganza, y el héroe habría perdido la suya propia de un mordisco si no hubiese sido por su yelmo mágico. La espada que empleó Yorimitsu para cercenar la cabeza del ogro pasó a llamarse Dojigiri, o Matadora de (Shuten) Doji, y actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Tokyo.

Los héroes trataron de llevar la cabeza del demonio a la capital, pero en el paso de montaña llamado Oinosaka (japonés: 老ノ坂) fueron advertidos por una estatua de Jizo que les dijo que no debían llevar algo tan impuro a la ciudad. De repente la cabeza se hizo tan pesada que no podían cargar con ella, por lo que la enterraron justo allí, en las afueras. Otra versión dice que al morir Shuten-dōji, arrepintiéndose de todos sus crímenes pasados, deseó ayudar a todas aquellas personas que sufrieran enfermedades de la cabeza, y por esto fue deificado como una gran y sabia deidad (daimyoujin). Se cree que la copa y la botella de veneno que usó Minamoto no Yorimitsu para paralizar a Shuten-dōji se encuentra guardada en el templo Nariai-ji de Kyoto.

La cabeza de Shuten Doji cargada en un carro de bueyes - Hishikawa Moronobu

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