Jubokko

El jubokko (japonés: 樹木子; niño árbol) es un yōkai de la mitología japonesa. Este árbol nace en los campos de batalla donde se ha derramado sangre y han muerto cientos de soldados. No se distingue de cualquier otro árbol normal y corriente de la zona, pero al haber crecido nutriéndose de sangre sigue necesitando de ésta para subsistir. Varios folcloristas como Kunio Yanagita e Iwao Hino han llegado a la conclusión de que no hay bases históricas de este yōkai, por lo que seguramente se trate de una invención de Shigeru Mizuki para su Enciclopedia de yōkai.

Cuando un humano pasa cerca de él, lo captura con sus ramas en forma de garras, se las inyecta como si fueran tubos y le succiona toda la sangre, así es como se mantiene fresco y sano. Los restos que no puede consumir el jubokko son devorados por pájaros, insectos y otros animales, hasta que sólo queda un montón de huesos apilados a los pies del árbol. Cuando se corta un jubokko brota sangre de este.

Matthew Meyer

Ashiarai Yashiki

El ashiarai-yashiki (japonés: 足洗邸) es un yōkai de la mitología japonesa. Esta extraña aparición se manifiesta como un gigantesco y sucio pie sin cuerpo. Aparece de noche atravesando el techo de las casas, preferiblemente mansiones o villas, y ordena a los propietarios que lo limpien. Si se cumplen sus deseos, desaparece, aunque volverá a aparecer en noches posteriores, pero si se desoye su petición arrasaría toda la casa. Si el ashiarai-yashiki no deja de aparecer, la única solución para librarse de él sería cambiar de casa.

Ashiarai Yashiki - Utagawa Kuniteru

Harionago

Harionago (japonés: 針女子; mujer gancho) es un terrible yōkai de la mitología japonesa capaz de controlar su pelo. Aparece de noche por los caminos de la prefectura de Ehime, en Shikoku, totalmente indistinguible de una joven normal con el pelo suelto y despeinado. Se usaba a este yōkai para amedrentar a los chicos y que no hablasen con mujeres desconocidas.

Espera de noche a que se le acerque algún hombre solitario, preferiblemente uno joven. Cuando se cruza frente a su víctima, le sonríe con timidez, y si el hombre le devuelve la sonrisa le ataca con su pelo acabado en afilados ganchos hasta despedazarlo. La única manera que existe de salvarse es la de huir hasta casa y tener una puerta lo suficientemente robusta como para aguantar los ganchos de la Harionago. Una vez llegado el día, la Harionago desaparece, pero las marcas y arañazos que dejó en la puerta al intentar atrapar a su víctima perdurarán.

Hannya

Hannya (japonés: 般若, concepto budista de sabiduría) es una máscara utilizada en el teatro noh para representar un oni o demonio femenino (kijo). Estas máscaras servían para representar la transformación o posesión demoníaca de una mujer cuando era consumida por los celos. Tenían cuernos, una boca larga llena de colmillos retorcidos y los ojos de un color metálico. Según su color se indicaba el estatus de la mujer: las máscaras blancas indicaban que la mujer formaba parte de la aristocracia (Rokujō en Aoi no Ue), las ocres eran de mujeres con escasos medios económicos (como la de la obra Dōjōji), y las rojas oscuras indican que la mujer era un auténtico demonio oculto tras un disfraz (Momijigari y Kurozuka).

Escena de la película Onibaba
Las máscaras de hannya se usan en muchas actuaciones noh y kyōgen, al igual que en las danzas kagura. Estas máscaras representan el alma de una mujer que se ha convertido en demonio debido a la obsesión o los celos y sirven para plasmar la complejidad de las emociones humanas, pues al verse de frente son aterradoras, pero al mirar levemente hacia abajo muestran un aspecto afligido y casi lloroso. Etimológicamente proviene del término sánscrito para sabiduría: prajñāpāramitā, la forma más alta de sabiduría budista que conduce a la iluminación. En la obra Aoi no Ue, un sacerdote y una miko exorcizan el espíritu de Lady Rokujo, que se había transformado en un espíritu furioso, del cuerpo de Lady Aoi, a la que había poseído. Cuando lo expulsaron, el espíritu maligno gritó: «¡Oh, qué horrible! ¡La voz de la sabiduría es como un demonio!». También podría provenir de Hannya-bô, un monje artesano cuya leyenda está asociada a la perfección del trabajo bien hecho.

Ilustración de la obra Aoi no Ue - Matsuno Sofu

Shuten Doji

Shuten-dōji (japonés: 酒呑童子; Pequeño borracho) es el mítico líder de los oni del monte Ooe, en la prefectura de Kioto, donde vivía en un palacio rodeado de sus subordinados. Shuten-dōji no nació como un oni. Existen muchas leyendas sobre cómo llegó a convertirse en demonio, pero la mayoría coinciden en que originalmente era un chico humano que nació hace miles de años en Ganbara, en la provincia de Echigo.

Una leyenda dice que nació en Echigo en el período Heian (siglo VIII), cuando los monjes Dengyō Daishi y Kōbō-Daishi estaban en activo, y se convirtió en discípulo del templo Kokojou-ji (japonés: 国上寺), en la base del Monte Kugami (Tsubame, Niigata). A sus doce años de edad era considerado un chico muy bello, pero rechazaba a todas las chicas que le confesaban su amor y éstas morían por despecho. Shuten-dōji quemó todas las cartas de amor que recibió, pero el humo que surgió de estas lo envolvió y se convirtió en un oni. Tras esto vagó de montaña en montaña hasta asentarse en el Monte Ooe. 

Konjaku Gazu Zoku Hyakki - Toriyama Sekien Cien historias de fantasmas de China y Japón
Tsukioka Yoshitoshi
En otra historia es considerado el hijo de un herrero, nacido en Echigo, y permaneció en el vientre de su madre durante dieciséis meses. Cuando nació ya tenía dientes y pelo, era capaz andar y hablar como un niño de cinco años y poseía el intelecto y la fuerza de un joven de dieciséis años, además de tener un fuerte temperamento. Por esto mismo se le rehuía como si fuera un «niño oni». En el Zentaiheiki se dice que fue abandonado por su madre a los seis años, y tras vagar de un sitio a otro se convirtió en oni. Otra versión dice que, ya que era despreciado por su sobrenatural condición, fue entregado a un templo para que lo protegieran, pero el sumo sacerdote realizaba prácticas no ortodoxas y el niño se convirtió en oni al aprenderlas y acercarse al mal camino.

En la ciudad de Wanou (actual Niigata, Niigata) se dice que cuando una mujer embarazada come un pez llamado «tochi», su hijo se convertirá en ladrón si es niño, y en prostituta si es niña. También se dice que una mujer que haya comido de este pez dará a luz un niño después de gestarlo dieciséis meses, y este niño sería Shuten-dōji.

La muerte de Shuten-doji en OeyamaYoshitsuya 
Otra leyenda sitúa su nacimiento en el Monte Ibuki, donde se le considera hijo de la serpiente Yamata no Orochi y de una chica humana. Desde su más temprana edad se convirtió en discípulo en el Monte Hiei, donde se sometió a entrenamiento religioso, pero debido a su gran afición por el sake, que estaba prohibido por el budismo, fue despreciado por todos. Una noche en la que se celebraba un festival religioso, Shuten-dōji, muy borracho, se puso un disfraz de oni y comenzó a gastar bromas a sus compañeros monjes, pero al finalizar la noche fue incapaz de quitarse el traje y la máscara, que estaba unida a su cara. Avergonzado, asustado y regañado por sus maestros por estar borracho, huyó a las montañas donde ya no tendría que interactuar con otros seres humanos, a quienes consideraba como débiles, tontos e hipócritas. Allí vivió en las afueras de Kyoto durante muchos años, donde desarrolló una fuerza sobrehumana y poderes mágicos, además de conocer a Ibaraki-dōji, otro oni, con el que se dirigió a Kyoto. A parte de Ibaraki-dōji también se le asociaron los oni Kuma-doji, Torakuma-dōji, Hoshikuma-dōji y Kanaguma-dōji.

También existe la leyenda de que Shuten-dōji nació en la provincia de Yamato (actual prefectura de Nara). Allí era un discípulo del templo Byakugō-ji hasta que un día encontró un cadáver en una montaña cercana. La curiosidad le hizo llevarse al templo algo de carne y se la dio de comer al sumo sacerdote sin decirle que se trataba de carne humana. Tras esto siguió llevando al templo carne, pero ya no sólo de cadáveres, sino que llegaba a asesinar a otras personas. El sacerdote, que comenzaba a sospechar de Shuten-dōji, siguió a su discípulo en una de sus salidas y así descubrió la horrible verdad. Tras reprenderlo lo abandonó en las montañas y ahí se convirtió en oni. El lugar donde fue abandonado fue llamado «chigo-saka» (colina del discípulo). Otra versión dice que era el hijo del sumo sacerdote de Byakugō-ji, pero a medida que maduraba le crecían garras y un cuerno, hasta que se convirtió en un niño tan rudo como una bestia. El sacerdote, avergonzado por su hijo, lo abandonó y éste se mudó al Monte Ooe, convirtiéndose así en Shuten-doji.

Shuten-dōji mordiendo a Raiko - Katsukawa Shuntei Ilustración actual de Shuten-dōji - Matthew Meyer
Toriyama Sekien lo ilustró en su Konjaku Gazu Zoku Hyakki (japonés: 今昔画図続百鬼; Cien demonios del presente y el pasado ilustrados), donde añadió la siguiente descripción: «Roba a los viajeros que van y vienen por los múltiples caminos de la montaña Ooe y ha acumulado una gran riqueza [...] Se dice que usa a los demonios para apoyarse con el codo, como si fueran sus almohadas. Obliga a las mujeres de buen rostro a que le sirvan alcohol y disfruta bebiendo en grandes cantidades. Sin embargo, tiene el pelo como el de un niño y las desgastadas mangas de su kimono escarlata indican que es un demonio de buen corazón. Conforme va acercándose al final de su vida, se convierte en un monstruo vestido con kimono blanco y algunos de ellos se vuelven religiosos».

Shuten-dōji era uno de los «tres grandes yōkai malignos» junto al kitsune de nueve colas Tamamo-no-mae y el fantasma del Emperador Sutoku, que se convirtió en tengu. Cuando Shuten-dōji se instaló en el Monte Ooe junto a Ibaraki-dōji y sus demás subordinados, estos bajaban a Kyoto de vez en cuando para secuestrar a las hijas de familias nobles y esclavizarlas como sus sirvientas, pero cuando se cansaban de ellas las despedazaban y se las comían crudas. Tan horribles eran sus acciones que el Emperador mandó a Minamoto no Yorimitsu (también conocido como Raiko) para que formase un escuadrón de ataque con sus cuatro lugartenientes: Sakata no Kintoki, Usui no Sadamitsu, Watanabe no Tsuna y Urabe no Suyetake.

Disfrazados de monjes, y con algo de ayuda divina, consiguieron dar con la cueva donde se ocultaban los demonios. Los héroes fueron invitados al festín que estaban teniendo y, para que no sospecharan de ellos, tuvieron que comer la carne de las jóvenes que fueron víctimas de Shuten-dōji. Poco a poco, los oni iban emborrachándose y cogiendo confianza con Raiko y sus hombres, hasta que llegó el momento en que le engañaron dándole un sake envenenado. Shuten-dōji cayó dormido al instante, momento en el que Raiko aprovechó para cortarle la cabeza, pero incluso muerto, la cabeza del demonio se lanzó contra la de Raiko en venganza, y el héroe habría perdido la suya propia de un mordisco si no hubiese sido por su yelmo mágico. La espada que empleó Yorimitsu para cercenar la cabeza del ogro pasó a llamarse Dojigiri, o Matadora de (Shuten) Doji, y actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Tokyo.

Los héroes trataron de llevar la cabeza del demonio a la capital, pero en el paso de montaña llamado Oinosaka (japonés: 老ノ坂) fueron advertidos por una estatua de Jizo que les dijo que no debían llevar algo tan impuro a la ciudad. De repente la cabeza se hizo tan pesada que no podían cargar con ella, por lo que la enterraron justo allí, en las afueras. Otra versión dice que al morir Shuten-dōji, arrepintiéndose de todos sus crímenes pasados, deseó ayudar a todas aquellas personas que sufrieran enfermedades de la cabeza, y por esto fue deificado como una gran y sabia deidad (daimyoujin). Se cree que la copa y la botella de veneno que usó Minamoto no Yorimitsu para paralizar a Shuten-dōji se encuentra guardada en el templo Nariai-ji de Kyoto.

La cabeza de Shuten Doji cargada en un carro de bueyes - Hishikawa Moronobu

Kejoro

La kejōrō (japonés: 毛倡妓; Prostituta peluda) es un yōkai de la mitología japonesa. Este espíritu fue mencionado por primera vez en el Konjaku Gazu Zoku Hyakki (japonés: 今昔画図続百鬼; Cien demonios del presente y el pasado ilustrados) de Toriyama Sekien. Se aparece como una bella prostituta con una larga melena que le cubre el rostro y el cuerpo, pero al inspeccionarla más de cerca se descubre que todo su cuerpo está hecho o cubierto de pelo. Así la describió Sekien en su obra: «Un elegante caballero fue al lugar de las prostitutas, y por una de las ventanas del burdel vio la espalda de una mujer de larga cabellera. Pensó que se trataba de la mujer que había contratado, pero al verla se dio cuenta de que no solo en la frente y la cara, sino en todo su cuerpo le crecía pelo, no se veían por ningún lado los ojos. Al ver eso se espantó y el caballero murió». Con el tiempo, este yōkai saltó de la obra de Sekien y se hizo muy popular en los kibyōshi (japonés: 黄表紙; libro amarillo) durante el período Edo

Kejoro ilustrada en el Konjaku Gazu Zoku Hyakki - Toriyama Sekien

Gashadokuro

El gashadokuro (japonés: がしゃどくろ; Esqueleto hambriento o esqueleto que castañea), también conocido como ōdokuro (esqueleto gigante), es un yūrei o fantasma vengativo de la mitología japonesa.

Los gashadokuro son espíritus que han adoptado la forma de esqueletos gigantes, quince veces más altos que un humano, y se dice que están compuestos por los huesos de varias personas que murieron de hambre. Aparecen en el campo cuando ya ha pasado la medianoche, avisando de su presencia con el castañeo de sus dientes y huesos, los cuales suenan como «gachi gachi». Cuando se topan con un humano a altas horas de la noche les arrancan la cabeza y se beben su sangre en un intento de saciar el hambre por la cual murieron. La aparición de estos fantasmas suele estar precedida de una guerra o hambruna, cuando la gran cantidad de fallecidos por una muerte horrible y dolorosa no reciben la adecuada sepultura. Estas muertes traumáticas impedían a las almas descansar en paz y regresaban como espíritus vengativos y hambrientos.

El registro más antiguo sobre el gashadokuro data de hace mil años. De acuerdo con la leyenda, un samurái llamado Taira no Masakado se rebeló contra el gobierno central y, su hija, Takiyasha-hime, famosa hechicera, decidió continuar con el objetivo de su padre cuando éste fue capturado y asesinado por sus enemigos. Utilizando magia negra, invocó a un gran esqueleto que atacó la ciudad de Kyoto.

La bruja Takiyasha y el esqueleto espectralUtagawa Kuniyoshi

Pirálide

El pirálide, también conocido como pirótoco, (latín: pyrallis/pyrotocon) es un insecto ficticio descrito por Plinio el Viejo en libro XI de su Historia Natural. Plinio catalogaba a este animal como el insecto del fuego y, según él, vivía en los hornos de bronce de Chipre. Tiene el tamaño de una mosca grande, cuatro patas y alas. Se le podía ver revolotear entre las llamas de los hornos y siempre que estuviera en contacto con el fuego, vivía, pero si su vuelo se alejaba un poco de éste, moría. Corre el rumor de que este animal también tenía características de dragón, pero esto es debido al añadido de Una Woodruff en Inventorum Natura (1979), obra ficticia sobre los viajes de Plinio.

Sir-Pumpkinhead

Kage onna

Kage-onna (japones: 影女; mujer sombra) es un yōkai de la mitología japonesa. Este espectro aparece como la sombra de una joven mujer cuando la luz de la luna alumbra las puertas corredizas de los hogares japoneses. Es totalmente inofensiva, pues no interacciona de ninguna manera con los habitantes ni elementos de la casa, aunque su sola presencia fantasmal sirve para inquietar o espantar a cualquiera.

Toriyama Sekien ilustró a este espectro en su Konjaku Hyakki Shūi (japonés: 今昔百鬼拾遺; Suplemento de los cien demonios del presente y el pasado) con la siguiente descripción:
En los lugares donde moran los monstruos, cuando la luz lunar alumbra, suele proyectarse en las ventanas de papel la sombra de una mujer. En el libro de Zhuangzi está escrito sobre la vista y el mōryō (espíritu originario de China). Aquí la palabra vista es la sombra humana. El mōryō es una silueta tenue que esta junto a la sombra.
Shigeru Mizuki añadió en su Enciclopedia Yokai que las kage-onna suelen instalarse en aquellos hogares donde tan sólo vive un hombre. En esta obra cuenta una historia en la que un samurái fue a visitar a un amigo que había enviudado. Tras un rato de charla y copas, vio cómo se perfilaba la sombra de una mujer tras una de las puertas corredizas, por lo que le dijo a su amigo que creía que vivía solo y que no se había vuelto a casar. El amigo le contestó que así era, que esa sombra era la kage-onna y que, aunque se tratase de un ser fantasmal, agradecía una presencia femenina en la casa. Cuando terminaron de beber y salieron afuera, vieron a una extraña vieja con un pequeño tamboril colgando del cuello yendo y viniendo en torno a la puerta principal. Puede que esa fuera la auténtica forma de la kage-onna.

Ilustración de la Kage-onna por Toriyama Sekien