Ao Guang

Ao Guang, el Rey Dragón (chino tradicional: 龍王, chino simplificado: 龙王, pinyin: Lóng Wáng, Romanización Yale: Lúng Wòhng) es una deidad en la mitología china comúnmente asociado como el gobernante divino del mar del Este. Tiene la habilidad de adquirir forma humana y vive en un palacio de cristal bajo el agua. Tiene su propia corte real y comanda un ejército compuesto de varias criaturas marinas. Aparte de dominar la vida acuática, el Rey Dragón puede manipular el clima y provocar lluvias.

Existen cuatro grandes Reyes Dragón, cada uno gobernando un mar corrrespondiente a los cuatro puntos cardinales: el Mar del Este (correspondiente al Mar de la China Oriental), el Mar del Sur (Mar de la China Meridional), el Mar del Oeste (a veces descrito como el Océano Índico y más allá) y el Mar del Norte (a veces descrito como el Lago Baikal). Aparece en diferentes escritos, entre los que se incluyen el Fengshen Yanyi y Viaje al oeste.

Según el Fengshen Yanyi, tras el paso de muchos años, Ao Guang trajo el caos al mundo extendiendo sequías, tormentas y otro tipo de desastres. Debido al inmenso miedo que la gente le tenía al Rey dragón y a sus hijos, nunca informaron al Emperador de Jade sobre los actos de Ao Guang para que fuera castigado. Como resultado, Ao Guang disfrutó de innumerables tributos que le ofrecía la gente durante años.

En Viaje al oesteSun Wukong obtuvo su bastón Ruyi Jingu Bang de entre las pertenencias de Ao Guang. Este bastón de hierro engastado en oro era un arma mágica capaz de alargarse o encogerse según la voluntad de su dueño. Este arma fue originalmente una vara para medir la profundidad del océano utilizada por Yu el Grande en sus esfuerzos para controlar los mares y evitar inundaciones; de ahí su capacidad para variar su forma y longitud. Después de que Yu se fuera, se quedó en el mar y se convirtió en el "Pilar pacificador del mar", un tesoro inamovible del palacio submarino de Ao Guang.

Sun Wukong a fin de conseguir un arma acorde con su poder y habilidad visitó el palacio del dragón. Allí probó varios tipos de armas celestiales, muchas de los cuales se doblaban o se rompían por completo cuando las usaba. La esposa de Ao Guang sugirió entonces que probara a blandir el Ruyi Jingu Bang, pensando que no sería capaz de levantarlo.

Cuando Wukong se acercó al enorme pilar, éste comenzó a brillar, lo que significaba que el rey mono era su verdadero propietario. Obedientemente, escuchó sus órdenes y se encogió al tamaño adecuado para que Sun Wukong pudiera manejarlo con facilidad. Esto asombró tanto a los dragones que se arrojaron al mar atónitos y aterrados ya que el rey mono se había llevado lo único que controlaba las subidas y bajadas de las mareas. Además del bastón mágico, Wukong también obligó a Ao Guang a darle otros regalos de características similares; una cota de mallas dorada (鎖子黃金甲), un gorro hecho con plumas de fénix (鳳翅紫金冠 Fèngchìzǐjinguān), y unas botas especiales para caminar sobre las nubes (藕絲步雲履 Ǒusībùyúnlǚ).

En otra leyenda, jugando en un arroyo cerca del mar, el joven dios Nezha sacudió el palacio de Ao Guang sin querer. Molesto, el dios dragón mandó a su centinela favorito, Li Gen, a matar al niño, pero Nezha se defendió y asesinó al centinela. Furioso, Ao Guang ordenó a su tercer hijo, Ao Bing, que destruyera a Nezha, pero fue asesinado también.

Ao Guang se dispuso a hablar con el padre de Nezha, Li Jing, y tras una larga discusión, muy enojado, ascendió a los cielos para informar del asunto al Emperador de Jade. Cuando Nezha apareció en el cielo, comenzó a golpear a Ao Guang con extrema violencia, llegando incluso a arrancar escamas de su piel, haciéndole sangrar. Ao Guang se vio obligado a transformarse en una pequeña serpiente y bajó con Nezha al Paso Chentang, fortaleza militar donde nació Nezha, para olvidar por completo el incidente.

Pero Ao Guang, acompañado de los otros tres reyes dragón, fue al Paso Chentang y raptó a Li Jing y su mujer, Lady Yin, amenazando con inundar dicho Paso. Nezha, deseando la libertad de sus padres, ofreció a los dragones todas sus órganos a cambio de la seguridad de su familia. El mismo Ao Guang aceptó feliz el trueque de Nezha y llevó sus entrañas ante el Emperador de Jade. Tras esto, el destino de Ao Guang se desconoce.

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